Cualquier situación relacionada con materiales radiactivos conduce al miedo generalizado, puesto que normalmente muchas personas no están familiarizadas con el concepto de radiación y les cuesta entenderlo. A fin de actuar de manera eficaz en estas situaciones, los comunicadores deben concentrarse en contestar a una pregunta esencial planteada por las personas afectadas: ?estoy a salvo?
El accidente nuclear de Fukushima Daiichi dejó claro que, para responder a esta pregunta y reducir la ansiedad de las personas, los comunicadores deben proporcionar datos al público de forma clara.
“Las personas querían datos. Querían números”, dice la Sra. Wieder. “En el accidente de Fukushima Daiichi aprendimos la importancia de difundir información oportuna. Cuando eso no sucedía, veíamos lo rápido que se perdía la confianza en nosotros y lo difícil que era recuperarla”.
Antes del accidente de Fukushima Daiichi, solo unas pocas personas tenían acceso a los datos de la EPA sobre radiación, que estaban protegidos con contrase?a. Sin embargo, en las primeras dos semanas que siguieron al accidente la EPA retiró la protección por contrase?a y puso los datos a disposición de todos en su sitio web público, donde se pueden seguir consultando desde entonces.
Cuando todavía no habían transcurrido 24 horas desde el accidente, la Compa?ía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO) —la empresa japonesa que explotaba la central en Fukushima— ya había empezado a proporcionar datos preliminares relativos a la monitorización radiológica y actualizaciones en tiempo real sobre las condiciones del reactor. A pesar de ello, comprender el verdadero significado de esta información se convirtió en un desafío para los ciudadanos y los medios de comunicación.
La Sra. Wieder a?ade que los datos por sí solos no bastan para controlar las emociones fuertes. “No podemos dar datos al público sin más; tenemos que acompa?arlos de explicaciones, de manera que la gente pueda comprender lo que significan en relación con su salud”.
Desde el accidente, el OIEA ha prestado apoyo a la prefectura de Fukushima en muchas esferas proporcionando conocimientos técnicos especializados y ayudando a difundir la información al público. El Organismo ha contribuido a la elaboración de materiales pertinentes de información pública, entre ellos folletos y un sitio web, que muestran los resultados de las iniciativas relacionadas con la monitorización radiológica y la descontaminación. “El uso de imágenes, infografías, explicaciones claras y un lenguaje sin jerga científica es fundamental para lograr que las personas comprendan los datos y abordar los riesgos percibidos”, se?ala Miklos Gaspar, miembro de la Oficina de Información al Público y Comunicación del OIEA y oficial técnico encargado de supervisar el apoyo prestado a la prefectura de Fukushima en la difusión de información