A medida que cambia el clima, las plagas de insectos se diversifican, pues, de pronto, territorios que antes no hubieran podido albergar poblaciones reproductoras de determinadas especies ahora resultan habitables. Las plagas invasoras pueden da?ar entornos y devastar la producción agrícola y, para evitar su propagación, se recurre a estrictos controles, incluidas restricciones relativas al comercio de frutas y hortalizas frescas.
En países como Viet Nam, donde la agricultura representa una cuarta parte del producto interno bruto y es el medio de subsistencia del 60 % de la población, es importante facilitar el comercio con otros países al tiempo que se evita la propagación de plagas.
Las crecientes temperaturas hacen que las infecciones y toxinas transmitidas por los alimentos sean más frecuentes y, además, favorecen la proliferación de hongos y el deterioro. Con el apoyo del OIEA, y en el marco de su programa de cooperación técnica, Viet Nam está valiéndose de la tecnología nuclear para reforzar la inocuidad de los alimentos y aumentar la productividad y la sostenibilidad agrícolas.
Gracias a la irradiación de alimentos con haces de electrones (o haces electrónicos), rayos X o rayos gamma, Viet Nam puede garantizar que sus importaciones y exportaciones de frutas y hortalizas frescas estén libres de plagas de insectos, así como reforzar la inocuidad de los alimentos mediante la prevención de enfermedades de origen alimentario, y prolongar la vida útil de los productos alimenticios que, de otro modo, se estropearían por la proliferación de bacterias y hongos.