Los EE. UU., pioneros de la tecnología nuclear desde hace tiempo, actualmente tienen en marcha uno de los programas de energía nucleoeléctrica más antiguos y de mayor envergadura del mundo. Con el envejecimiento de las flotas de reactores y su consiguiente retirada del servicio, se crean cada vez más proyectos de clausura. En la actualidad, la NRC supervisa 17 centrales nucleares en fase de clausura activa y ocho centrales nucleares en fase de almacenamiento seguro, así como la clausura de dos reactores de investigación y varios otros emplazamientos nucleares. Además, también se están clausurando varios emplazamientos relacionados con la defensa que están comprendidos en la esfera de competencia regulatoria del Departamento de Energía. Esta demanda está impulsando la innovación, por lo que las empresas están buscando formas creativas de hacer frente a este desafío.
En 2010, surgió en los EE. UU. un modelo operativo completamente nuevo para la clausura.
Hasta ese entonces, todos los proyectos de clausura de reactores con licencia de la NRC utilizaban un modelo operativo similar. El operador de la central nuclear seguía siendo plenamente responsable durante el proceso de clausura. Los operadores optaban por ejecutar ellos mismos todos los trabajos de clausura o por contratar a una empresa para que se encargara de ellos. A principios de la década de 1990, se pusieron en régimen de parada diez reactores con licencia de la NRC y su clausura se completó para 2009, para lo que se utilizó este modelo tradicional en todos los casos.
Sin embargo, a finales de 2010, las largas deliberaciones entre las empresas de clausura y los operadores habían dado buenos resultados y abrieron las puertas a una nueva forma de llevar a cabo los proyectos de clausura. En primera instancia, un operador de los EE. UU aceptaba transferir una licencia temporal a una empresa de clausura. Una vez concluida la clausura, la licencia del terreno y la instalación de almacenamiento en seco de combustible gastado se transfería de nuevo al operador original. La NRC aprobó este proceso y poco después aprobó, también, uno similar entre otro operador y una empresa de clausura.