Una de las principales herramientas que utilizan los inspectores del OIEA para detectar el desvío y el uso indebido de material y tecnología nucleares es un dispositivo cuyo tama?o no supera el de una moneda. Este peque?o pero poderoso instrumento se llama precinto pasivo. Con él, un inspector de salvaguardias del OIEA puede cerrar un contenedor, una escotilla de acceso a una sala o un cofre de material nuclear, y volver a?os después para verificar si se ha abierto. En 2021, el OIEA verificó más de 17 000 precintos pasivos aplicados a material nuclear, a equipo crítico de instalaciones o a equipo del OIEA con fines de monitorización o de otra índole en instalaciones nucleares.
“Los precintos son un medio sencillo y eficaz para atender una importante necesidad en materia de verificación. Los precintos metálicos, utilizados en todo el mundo, son una parte importante del conjunto de herramientas empleadas por un inspector para verificar que las instalaciones y los materiales nucleares siguen adscritos a usos pacíficos”, declaró Joel Hoyt, Ingeniero Superior de Proyectos del OIEA al frente del proyecto de modernización de precintos.
Un precinto pasivo garantiza la continuidad de los conocimientos en relación con el material nuclear. Si el precinto no ha sido objeto de manipulación ilícita, el inspector sabe que el equipo o el material que encierra mantienen su integridad intacta. También se utiliza un precinto pasivo para garantizar la integridad de los instrumentos y equipos de verificación in situ del OIEA, como las cámaras de vigilancia.
El precinto pasivo tradicional, que se viene utilizando desde la década de 1960, es un dispositivo de cobre y latón conocido como precinto metálico E?CAP (CAPS). El CAPS es un precinto de bucle pasivo no reutilizable de uso general que se cierra encajando un doble tapón de cobre a la base. Tanto el tapón como su base llevan unas marcas únicas en la superficie interior para garantizar la autenticidad del precinto. La base metálica y su tapón sirven como punto de cierre con un hilo multifilar enhebrado entre ellos que rodea el elemento que se va a precintar. Una vez que el inspector confirma que el hilo y el cierre precintado no han sido objeto de manipulación ilícita, corta el hilo y lleva el precinto, la base y el hilo hasta la Sede del OIEA para su verificación.