Finalizar un proyecto tan complejo en un plazo breve representa un logro significativo. “Dada la brevedad del marco cronológico, este proyecto exigió una estrecha cooperación dentro del OIEA, una intensa atención y una concentración de esfuerzos por parte de los expertos, los representantes de los países y los editores técnicos del OIEA, —declara el Sr. Sears—. Esto no habría sido posible sin el compromiso y la dedicación de todas las personas involucradas”.
La publicación de los SSR sobre reactores de investigación titulada Seguridad de los reactores de investigación (Colección de Normas de Seguridad del OIEA No SSR-3), se actualizó en 2016. Abarca todos los requisitos para la explotación segura de los reactores de investigación, desde la gestión y la supervisión reglamentaria hasta la evaluación del emplazamiento, el dise?o, la construcción, el funcionamiento, la utilización, la modificación y la clausura. Además, incorpora las ense?anzas pertinentes extraídas del accidente nuclear de Fukushima Daiichi, así como experiencias y comentarios de los países.
La última actualización ha afectado a las 11 SSG, que proporcionan orientación y presentan las mejores prácticas sobre cómo cumplir los requisitos de la publicación SSR-3. A diferencia de la SSR-3, que ofrece una visión general de todas las cuestiones pertinentes en un solo volumen, las SSG tratan temas técnicos específicos como el mantenimiento, los ensayos e inspecciones periódicas, la gestión del núcleo y la manipulación del combustible, los límites y condiciones operacionales, el control de la instrumentación y la gestión del envejecimiento.
“Actualizar las normas de seguridad de los reactores de investigación es bastante difícil debido a su gran diversidad —explica Onne Wouters, Director del Reactor de Alto Flujo (HFR) del Grupo de Investigación Nuclear y Consultoría (NRG) de los Países Bajos—. Las guías de seguridad del OIEA son importantes para todas las instalaciones, desde los conjuntos críticos más peque?os hasta los grandes reactores de investigación como el HFR”.
Muchos reactores de investigación se han mejorado con equipos electrónicos y otros se están modificando con miras a nuevas aplicaciones, lo que permite ampliar sus fines previstos. Teniendo en cuenta que muchos reactores de investigación tienen varios decenios de antigüedad, la gestión del envejecimiento también es cada vez más importante. “Con las nuevas tecnologías electrónicas y el envejecimiento de los reactores tenemos que mejorar y adaptarnos continuamente —afirma el Sr. Wouters—. Es esencial que las guías de seguridad sigan reflejando estos cambios”.
Las normas de seguridad del OIEA no son jurídicamente vinculantes para los países, que las aplican a discreción. Muchos países que utilizan estas normas las adoptan en sus reglamentos nacionales.