Etiopía exporta más de un millón de cabezas de ganado al a?o, cifra que no sería posible sin el empleo de técnicas nucleares. Con el fin de prevenir epidemias, todo el ganado destinado a la exportación y al consumo interno se ha de vacunar contra las enfermedades animales. El desarrollo y la producción de vacunas en Etiopía están a cargo del Instituto Nacional Veterinario (NVI). Estas vacunas se desarrollan para luchar contra los patógenos en evolución y, posteriormente, se producen para su uso tanto a nivel interno como en países vecinos. El OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), presta apoyo en ambas etapas del proceso.
Wondemagegn Tufa, Director encargado de los procedimientos de exportación del ganado del Ministerio de Agricultura de Etiopía, afirma que “las exportaciones de ganado son fundamentales para nuestra economía, y la contribución del NVI al sector ganadero es incalculable”. El Ministerio adquiere vacunas del NVI y luego las distribuye entre los ganaderos, incluidos los pastores de la zona oriental del país cuyos animales están más expuestos a las enfermedades, ya que se desplazan por una zona muy amplia y se relacionan con animales salvajes.
Según el Banco Mundial, Etiopía cuenta con la mayor caba?a ganadera de áfrica y la quinta del mundo, con 60 millones de cabezas de ganado. El sector ganadero representa aproximadamente un quinto de la economía del país, y casi el 10 % de sus exportaciones.
Para seguir el ritmo tanto del aumento de la demanda de los ganaderos como de los cambios en los reglamentos de los países importadores, el NVI ha incrementado la producción de vacunas, pasando de 93 millones a 260 millones de dosis anuales en los diez últimos a?os. Esto ha permitido también exportar vacunas a países vecinos, entre ellas las vacunas para prevenir la peste de los peque?os rumiantes, enfermedad viral de las cabras y las ovejas cuya erradicación es un objetivo importante de la Unión Africana.