Si bien los reactores de investigación reportan múltiples beneficios a la sociedad, solo pueden cumplir su cometido si el material nuclear está adecuadamente protegido y no cae en manos de terroristas. En la actualidad, los países protegen su material nuclear de distintas formas, por ejemplo colaborando con el OIEA para incorporar sistemas y medidas de seguridad física nuclear a sus dise?os de reactores de investigación.
No obstante, la integración no siempre ha sido la solución elegida.
“Hace más de 30 a?os, cuando se construyeron la mayoría de reactores de investigación, se dise?aron para la ense?anza, la industria y la investigación, teniendo en cuenta las normas de seguridad pero sin incluir unas especificaciones de seguridad física exhaustivas”, explica Juan Carlos Lentijo, Director General Adjunto y Jefe del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física del OIEA. “Hace ya mucho tiempo que la seguridad física del material y las instalaciones nucleares se ha convertido en un motivo de preocupación clave y, actualmente, la mayoría de reactores de investigación que se construyeron en aquella época han sufrido modificaciones para tener esto en cuenta”.
Cumplir los objetivos en materia de seguridad física nuclear —prevenir, detectar y responder a actos delictivos o actos no autorizados intencionados relacionados con material nuclear u otro material radiactivo— es complicado dadas las características específicas y la gran diversidad de tipos de reactores de investigación e instalaciones conexas. Los reactores de investigación más antiguos presentan complicaciones adicionales por las vulnerabilidades inherentes a la instalación que son el resultado de cambios en los entornos de la amenaza, de unas medidas y un equipo de seguridad física inapropiados y de lo atractivos que son los materiales nucleares y otros materiales radiactivos para su retirada no autorizada y para cometer actos de sabotaje.
Originalmente, el dise?o de una instalación de reactor de investigación podía incluir edificios que permitían la máxima accesibilidad y requerían unas medidas de protección física mínimas. Por ejemplo, los reactores de investigación basados en un dise?o del tipo piscina abierta permiten acceder fácilmente al material nuclear que se encuentra en el núcleo del reactor. Si bien este dise?o es eficiente para actividades con fines educativos, podría entra?ar un riesgo para la seguridad física.
Aunque cada reactor de investigación tiene sus propios requisitos de seguridad física nuclear, existen algunos desafíos comunes, como los grandes grupos de personas que acceden a un reactor de investigación para recibir formación práctica. A diferencia de las centrales nucleares, de cuyo funcionamiento se encarga un personal que apenas varía durante a?os, los reactores de investigación suelen utilizarlos estudiantes e investigadores que realizan proyectos a corto plazo y que se marchan una vez han terminado su trabajo. Esto exige dotarse de unas medidas de seguridad física nuclear que permitan continuar las actividades de ense?anza e investigación sin retrasos en el acceso, manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de protección.
Dada la variedad de materiales utilizados, niveles de potencia, productos de fisión, configuraciones, arreglos de financiación y dotación de personal en un reactor de investigación, no es posible normalizar los sistemas y las medidas de seguridad física nuclear, sostiene Doug Shull, funcionario superior de seguridad física nuclear del OIEA.
“En el caso de los reactores de investigación, no existe un enfoque único en términos de protección, sino que hay que evaluar la situación y aplicar un enfoque u otro en función de cada caso”, explica el Sr. Shull. “Cada reactor tiene un dise?o y unas características únicos que obligan a dise?ar sistemas de protección física que permitan cumplir la misión de la instalación, garantizando al mismo tiempo que las medidas de protección sean eficaces durante un suceso relacionado con la seguridad física”.
Aunque la responsabilidad de la seguridad física nuclear en su propio territorio recae en cada país, muchos recurren al asesoramiento que ofrece el OIEA acerca del nivel de los sistemas de seguridad física nuclear y las medidas de protección disponibles, así como a su asistencia con las mejoras de la protección física, las amenazas internas y los programas de cultura de la seguridad física nuclear.