El modelo económico lineal tradicional —que consiste en extraer materiales, transformarlos en productos manufacturados y desecharlos una vez utilizados— suele ser objeto de críticas debido a la gran cantidad de residuos y contaminación que genera y al hecho de que contribuye al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad. Según el Panel Internacional de Recursos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la extracción y el procesamiento de los recursos naturales son responsables de aproximadamente la mitad de las emisiones totales de gases de efecto invernadero a escala mundial.
Una alternativa a este modelo, conocida como economía circular, ofrece una forma de reducir los residuos y la contaminación asociada a ellos. Se trata de un modelo de producción y consumo que procura hacer un uso eficaz de los recursos durante el mayor tiempo posible reduciendo su consumo, reutilizándolos y reciclándolos.
La adopción de principios de economía circular en el proceso de clausura de las instalaciones nucleares puede reportar múltiples beneficios. La clausura es un proceso multidisciplinar que dura por lo general diez a?os o más y durante el cual se descontaminan, desmantelan y derriban las instalaciones nucleares con el objetivo de levantar el control reglamentario del emplazamiento y de dar a este un nuevo uso. Si durante este proceso se reciclan los materiales, se reduce la cantidad de desechos generados. Esto, además, tiene la ventaja de reducir el costo de la clausura y de disminuir el riesgo de que se produzcan retrasos.
“Al aplicar los principios de economía circular a la clausura, podemos reducir la cantidad de desechos radiactivos y no radiactivos que hay que eliminar y, al mismo tiempo, la cantidad de materia prima que es necesario extraer del suelo, —explica Arne Larsson, Director de Tecnología de Desechos Radiactivos y de Clausura en Cyclife Sweden—. De esta forma, podemos reutilizar los materiales y equipos de las instalaciones, los edificios y las estructuras existentes, y promover la readaptación del emplazamiento para otros fines útiles”.
En todo el mundo hay más de 200 reactores nucleares de potencia en régimen de parada para su clausura, y se prevé que en los próximos decenios se sometan a régimen de parada y se clausuren cientos de reactores que actualmente están en funcionamiento. En la actualidad, las instalaciones nucleares se dise?an de tal forma que no se pone la primera piedra hasta que no haya un plan de gestión de los desechos. Por el contrario, en el dise?o de los reactores nucleares construidos en las décadas de 1960 y 1970 no se tuvieron en cuenta los principios de circularidad.