La industria nuclear se enfrenta a un desafío importante a la hora de mantener la seguridad informática, debido al uso generalizado de dispositivos digitales. Esta tendencia se observa claramente en la vida cotidiana, donde los frigoríficos inteligentes, la iluminación y otros dispositivos controlados a distancia a través de la computación en la nube se han convertido en algo habitual. Muchos sistemas de las instalaciones nucleares que antes no tenían componentes digitales hoy en día los llevan incorporados. Su potencia computacional, su naturaleza reprogramable y su capacidad de interconexión aportan una eficiencia sin igual en apoyo de las operaciones y la seguridad nuclear tecnológica y física.
Los reactores modulares peque?os y otros nuevos dise?os de reactores se están desarrollando en un mundo en que prima lo digital, con un uso de los sistemas informáticos aún más extendido que en dise?os anteriores. Estos reactores pueden estar concebidos para funcionar a distancia o incluso de forma autónoma, utilizando una infraestructura de red informática para comunicarse con un operador central. Gracias a este planteamiento los operadores y los sistemas automatizados pueden analizar grandes volúmenes de datos e incrementar así la eficiencia operacional de la instalación nuclear.
Sin embargo, esta modernización digital de la industria nuclear trae consigo más desafíos, ya que, sin una seguridad informática adecuada, los puntos débiles o vulnerabilidades podrían ser explotados por agentes con fines dolosos en ataques contra una de estas instalaciones.
A fin de hacer frente a los desafíos que plantea la rápida evolución de la tecnología digital en las instalaciones nucleares, y dada la necesidad de contribuir a la armonización de los enfoques que aplican los distintos países e instalaciones, la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) ha adoptado un enfoque basado en las consecuencias y el conocimiento de los riesgos que se ajusta a las orientaciones sobre seguridad informática y seguridad física de la información de la Colección de Seguridad Física Nuclear del OIEA. En lugar de un enfoque prescriptivo, recomendamos un enfoque graduado, que permita a las organizaciones determinar el nivel de control necesario para un producto o proceso en función de las posibles consecuencias de un ciberataque. Por ejemplo, el primer paso en un programa de seguridad informática es examinar las funciones de la instalación nuclear, evaluar sus efectos en la seguridad tecnológica y física y determinar el correspondiente nivel de requisitos de seguridad física.