En un programa nucleoeléctrico, desde la selección del emplazamiento y el dise?o hasta la puesta en servicio, la explotación y la preparación y respuesta para casos de emergencia, la seguridad es una práctica dinámica moldeada por normas que suelen aplicarse a escala nacional. También es clave la coordinación a escala internacional.
“La seguridad nuclear es responsabilidad del país. Los países asumen esa responsabilidad a través de sus instituciones, sus reguladores y los explotadores de tecnologías nucleares y de las aplicaciones de estas”, se?ala Juan Carlos Lentijo, Director General Adjunto del OIEA y Jefe del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física. “La cooperación internacional es importante a la hora de recopilar las buenas prácticas y difundir esa información para que los países puedan así ser conscientes de las mejores prácticas en la esfera de la seguridad nuclear.”
Inmediatamente después del terremoto y el tsunami que dieron origen al accidente de Fukushima Daiichi, la función del OIEA fue adquiriendo más relevancia en tiempo real. “El principal objetivo del OIEA en aquel momento era reunir la información que llegaba del Japón y difundirla al resto de la comunidad [internacional] para velar por que todos los Estados Miembros estuviesen plenamente informados de lo que estaba sucediendo. Simultáneamente, el OIEA facilitó asistencia internacional al Japón”, explica el Sr. Lentijo.
La comunidad internacional también aprobó mecanismos de coordinación, como el Comité Interinstitucional sobre Emergencias Radiológicas y Nucleares (IACRNE). El IACRNE se creó tras el accidente de la central nuclear de Chornóbil de 1986 al objeto de elaborar, mantener y copatrocinar el Plan Conjunto de las Organizaciones Internacionales para la Gestión de Emergencias Radiológicas. El Plan Conjunto proporciona la base para una respuesta internacional coordinada y armonizada de diversas organizaciones, como la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización Internacional de Policía Criminal-INTERPOL.
“Durante el accidente nuclear de Fukushima Daiichi, el UNSCEAR participó en la labor de coordinación de la comunicación pública del IACRNE a fin de detectar discrepancias, confusiones o incoherencias terminológicas. En los últimos a?os ha ido habiendo información y mediciones nuevas, y el UNSCEAR prevé publicar este a?o la versión actualizada de su evaluación de las consecuencias del accidente de Fukushima Daiichi”, indica la Sra. Batandjieva-Metcalf.