Tanto en condiciones normales como, en especial, cuando ocurre un imprevisto, es indispensable disponer de un marco jurídico adecuado para el uso pacífico y en condiciones de seguridad tecnológica y física de la tecnología nuclear. Los sistemas legales nacionales e internacionales en materia nuclear vigentes establecen un marco jurídico para que las actividades relacionadas con la energía nuclear y la radiación ionizante se ejecuten de forma que se proteja adecuadamente a las personas, los bienes y el medio ambiente; este marco ayuda, además, a determinar la responsabilidad en caso de que algo falle.
El accidente ocurrido en Chornóbil en 1986 propició que se aprobaran rápidamente la Convención sobre la Pronta Notificación de Accidentes Nucleares (Convención sobre Pronta Notificación) y la Convención sobre Asistencia en caso de Accidente Nuclear o Emergencia Radiológica (Convención sobre Asistencia), la base jurídica sobre la que se sustenta el marco internacional de preparación y respuesta para casos de emergencia. Las negociaciones ulteriores condujeron a la aprobación del Protocolo Común relativo a la Aplicación de la Convención de Viena y del Convenio de París en 1988, así como del Protocolo de Enmienda de la Convención de Viena sobre Responsabilidad Civil por Da?os Nucleares y de la Convención sobre Indemnización Suplementaria por Da?os Nucleares en 1997. Además, el accidente nuclear de Fukushima Daiichi de 2011 actuó como catalizador de los esfuerzos por seguir reforzando el marco vigente de responsabilidad por da?os nucleares y seguridad nuclear.
“En el momento en que se produjo el accidente de Chornóbil en 1986, se habían concertado pocos tratados bajo los auspicios del OIEA en relación con los usos pacíficos de la energía nuclear”, afirma Andrea Gioia, Oficial Jurídico Superior del OIEA. Además de la aprobación en 1986 de las Convenciones sobre Pronta Notificación y sobre Asistencia, posteriormente llegaron la Convención sobre Seguridad Nuclear, aprobada en 1994, y la Convención Conjunta sobre Seguridad en la Gestión del Combustible Gastado y sobre Seguridad en la Gestión de Desechos Radiactivos, en 1997.
Tras el accidente nuclear de Fukushima Daiichi, los Estados Miembros aprobaron el Plan de Acción del OIEA sobre Seguridad Nuclear (más información), una de cuyas 12 esferas se centra en el fortalecimiento del marco jurídico internacional. “Se hizo especial énfasis en la aplicación efectiva de los tratados vigentes, así como en el fortalecimiento del régimen de responsabilidad por da?os nucleares”, indica el Sr. Gioia.