El informe del OIEA sobre el accidente de Fukushima Daiichi
En 2015, el OIEA publicó El accidente de Fukushima Daiichi, un exhaustivo informe sobre el accidente que ofrece una evaluación autorizada, realista y equilibrada en la que se abordan las causas y consecuencias del accidente, así como las ense?anzas extraídas. La publicación del informe del Director General del OIEA y los cinco volúmenes técnicos que lo acompa?an fue el resultado de una extensa labor de colaboración internacional en la que participaron más de 180 expertos de 42 países, con y sin programas de energía nucleoeléctrica, y varios órganos internacionales. La implicación de todos ellos garantizó un amplio abanico de experiencias y conocimientos. Un Grupo Técnico Asesor Internacional proporcionó asesoramiento sobre cuestiones técnicas y científicas.
El informe describe el accidente, así como sus causas, su evolución y sus consecuencias, a partir de los datos y la información obtenidos de un gran número de fuentes hasta marzo de 2015, incluye los resultados del trabajo realizado para aplicar el Plan de Acción del OIEA sobre Seguridad Nuclear y destaca las principales observaciones y lecciones aprendidas. Tanto el Gobierno del Japón como otras organizaciones del país aportaron grandes cantidades de datos.
En el informe se exhorta a adoptar un enfoque sistémico de la seguridad que aborde el sistema en su totalidad teniendo en cuenta las interacciones dinámicas entre tres tipos de factores, a saber, los humanos o individuales (como los conocimientos, las ideas, las decisiones y las acciones), los técnicos (como la tecnología, los instrumentos o el equipo) y los organizativos (como el sistema de gestión, la estructura orgánica, la gobernanza o los recursos). En el enfoque sistémico de la seguridad se trata este sistema complejo de interacciones de manera holística. En el informe también se subraya la importancia de examinar mejor de qué manera los puntos débiles y fuertes de todos estos factores se influyen mutuamente a fin de reducir o eliminar los riesgos de forma proactiva.
Los órganos internacionales pertinentes trabajaron conjuntamente en la redacción de unas explicaciones claras y comprensibles de los principios y los criterios de protección radiológica de modo que los responsables de la toma de decisiones y el público pudieran entender más fácilmente cómo aplicarlos. La conclusión del informe es que se necesita una mejor estrategia de comunicación para dar a conocer la justificación de esas medidas y acciones a todos los interesados, incluida la población.
También es importante se?alar que, pese a la magnitud del accidente, en el que se produjo fusión del núcleo en tres unidades, no se observó en la salud de los trabajadores ni de los miembros de la población ningún efecto inducido por la radiación que pudiera atribuirse al accidente. Esto concuerda con las conclusiones que el Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR), un órgano independiente, comunicó a la Asamblea General de las Naciones Unidas en los a?os posteriores al accidente.
El accidente de Fukushima Daiichi puso de relieve la importancia vital de una cooperación internacional eficaz en materia de seguridad nuclear. Hoy, el OIEA es el foro principal de esa cooperación. En consecuencia, las recomendaciones del informe se han ido incorporando paulatinamente a los reglamentos nacionales, las normas internacionales de seguridad y las Guías de Seguridad del OIEA correspondientes.
El Organismo sigue analizando los aspectos técnicos pertinentes del accidente de Fukushima Daiichi y dando a conocer y difundiendo entre la comunidad nuclear en sentido más amplio las lecciones aprendidas. Seguirá prestando apoyo a sus Estados Miembros para aplicar estas ense?anzas extraídas y considerará la opción de llevar a cabo los exámenes de seguimiento pertinentes sobre la implementación de estas medidas. Que la elaboración del informe haya concluido no significa que nuestra labor haya terminado. El OIEA debe seguir trabajando en la formulación de su estrategia de seguridad nuclear, y así lo haremos. Es fundamental que el Organismo mantenga y aproveche este impulso para fortalecer la seguridad nuclear a escala mundial.