Aplicación de medidas de seguridad mejoradas
La incorporación de estas nuevas medidas de seguridad al dise?o de los reactores existentes se puso a prueba posteriormente mediante evaluaciones e inspecciones exhaustivas de la seguridad. Las evaluaciones tuvieron en cuenta las características de dise?o de las instalaciones, las mejoras de seguridad y las disposiciones relativas a la utilización de equipo no permanente para demostrar que la probabilidad de que existan condiciones que pueden dar lugar a emisiones tempranas o emisiones grandes queda prácticamente eliminada.
“Las nuevas centrales nucleares están dise?adas previendo la posibilidad de que se produzcan accidentes severos”, indica Javier Yllera, Oficial Superior de Seguridad Nuclear del OIEA. “Se han aplicado distintas mejoras de la seguridad en las centrales nucleares existentes, junto con medidas de gestión de accidentes”.
Las evaluaciones de la seguridad o ‘pruebas de resistencia’ que se llevaron a cabo en la Unión Europea tras el accidente nuclear de Fukushima Daiichi se centraron en la evaluación de riesgos naturales como terremotos e inundaciones, y en el comportamiento de las centrales nucleares en casos de sucesos naturales extremos y accidentes severos. El objetivo general era analizar la robustez de los reactores ante sucesos de esta índole y, de ser necesario, aumentarla. Se analizaron los márgenes de seguridad de los reactores y se detectaron posibles mejoras. La realización de estas pruebas de resistencia siguió siendo competencia de los Estados Miembros y dio lugar a muchas mejoras en el dise?o y la explotación en Europa.
Por ejemplo, la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) de Francia inició una evaluación de los 56 reactores nucleares de potencia del país y de los 2 reactores EPR que se están construyendo. Tras ello, la ASN ordenó la implantación de equipo fijo y equipo móvil que pudiese prevenir una emisión importante. Entre este equipo se incluyeron generadores diésel y bombas de alta resistencia capaces de funcionar en situaciones extremas, como grandes terremotos o inundaciones. También se estableció que, en esas mismas condiciones, se debía disponer de fuentes alternativas de agua con fines de refrigeración. Además, la ASN estableció el requisito de disponer de un plan de refuerzo que incluya fuerzas de acción rápida que puedan estar en el emplazamiento en un plazo de 24 horas con equipo ligero o en un plazo de tres días con equipo pesado, utilizando medios de transporte como helicópteros, y puedan operar en un entorno gravemente afectado.
“Una de las ense?anzas extraídas del accidente de Fukushima Daiichi es que las perturbaciones ocasionadas por los riesgos naturales extremos, tanto en el emplazamiento como fuera de él, pueden plantear serios problemas”, se?ala Philippe Jamet, antiguo Consejero de la ASN y Presidente de la Junta de las pruebas de resistencia de Europa. “En caso de que se produzca un accidente, deben existir medios de transporte que permitan llegar al emplazamiento y personal capacitado para trabajar en condiciones difíciles”.