En un esfuerzo pionero por luchar contra el tráfico de rinocerontes, especie salvaje amenazada, una universidad de Sudáfrica empezó a ejecutar un proyecto respaldado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El proyecto combina la inserción segura de isótopos radiactivos en cuernos de rinocerontes con la infraestructura de seguridad física nuclear disponible para disuadir de la práctica ilegal de la caza furtiva y detectarla.
En vista de que en el último decenio la caza furtiva se ha cobrado la vida de más de 10?000 rinocerontes, Sudáfrica, donde habita la mayor población de estos animales del planeta, sigue atrayendo a delincuentes que se dedican al comercio ilegal de cuernos de rinoceronte. El Ministerio de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente de Sudáfrica notificó 103 rinocerontes víctimas de caza furtiva solo en el primer trimestre de 2025. Ante ello, este proyecto, dirigido por la Universidad de Witwatersrand, hace uso de la radiación para contribuir a las labores de conservación y coerción.
Transcurridos dos a?os de ensayos iniciales, en 2021 se creó el proyecto “Rinosótopos” con la idea de marcar los cuernos de los rinocerontes con material radiactivo, gracias a lo cual los cuernos pueden detectarse mediante los pórticos detectores de radiación que ya están instalados en fronteras, puertos y aeropuertos de todo el mundo. Estos pórticos, utilizados normalmente para detectar materiales nucleares y otros materiales radiactivos, pueden aprovecharse ahora para combatir la delincuencia contra la fauna silvestre.
El apoyo del OIEA al proyecto Rinosótopos aprovecha el lugar central que ocupa el Organismo en el fortalecimiento del marco mundial de seguridad física nuclear. En el contexto de millones de vehículos y personas que cruzan fronteras a diario, el uso en todo el mundo de una cifra estimada en 10?000 pórticos detectores de radiación se ha convertido en instrumento esencial para detectar los movimientos transfronterizos no autorizados de materiales nucleares y otros materiales radiactivos.
“El proyecto Rinosótopos muestra nuevas posibilidades de utilizar las ciencias nucleares y la infraestructura de seguridad física nuclear para hacer frente a problemas de ámbito mundial”, afirma Rafael Mariano Grossi, Director General del OIEA. “El OIEA ayuda a los países a aprovechar al máximo los beneficios del ámbito nuclear. Haciendo usos innovadores de infraestructura de seguridad física nuclear ya instalada podemos contribuir a la protección de una de las especies más icónicas y amenazadas del planeta”.
En un acto celebrado la semana pasada en Waterberg (Limpopo), a unos 250 kilómetros al norte de Johannesburgo, la Universidad de Witwatersrand anunció los resultados de las rigurosas evaluaciones de la seguridad llevadas a cabo durante la fase piloto del proyecto. En junio del a?o pasado se insertaron radioisótopos en 20 rinocerontes. La Universidad de Gante (Bélgica) se encargó del seguimiento sanitario y los exámenes citológicos de 15 animales tratados, así como de la comparación con 5 animales no tratados. Los resultados de los ensayos demostraron que el método no es invasivo y que no supone riesgos para la salud del rinoceronte.
“La labor es producto de la colaboración internacional entre personas de ideas afines decididas a cambiar de verdad la situación derivada de esta crisis de la caza furtiva”, sostiene James Larkin, Director de la Unidad de Radiación y Física Médica de la Universidad de Witwatersrand. “Nos planteamos la siguiente pregunta inicial: ?qué pasaría si la radiación pudiera proteger, en lugar de da?ar, convirtiendo los cuernos de los rinocerontes en marcadores rastreables que frenaran a los cazadores furtivos antes de que pudieran comerciar? Al cabo de dos a?os de modelización digital, ensayos de seguridad y simulaciones de detección, estamos listos para introducir una solución que podría reducir efectivamente la caza furtiva de rinocerontes”.
El éxito del proyecto también abre la puerta a futuras aplicaciones a otras especies amenazadas.
“Podría adaptarse la metodología para proteger otras especies amenazadas, como los elefantes o los pangolines”, a?ade Larkin.
El OIEA presta apoyo tanto técnico como financiero al proyecto en el marco de su proyecto coordinado de investigación titulado Facilitación del comercio tecnológica y físicamente seguro mediante tecnología de detección nuclear, en particular la detección de material radiactivo y nuclear y otros tipos de contrabando.?Dentro del proyecto, el Organismo también ayuda a los países a optimizar la detección de radiación mediante el uso de su Instrumento para la Evaluación de Cantidades Mínimas Detectables y Umbrales de Alarma, lo cual permite detectar los cuernos de rinoceronte marcados con radiación.
“El proyecto Rinosótopos pone en acción la totalidad de la red mundial de seguridad física nuclear”, afirma Elena Buglova, Directora de la División de Seguridad Física Nuclear del OIEA. “La infraestructura de seguridad física nuclear que existe en muchos países del mundo con fines de detección de materiales nucleares y otros materiales radiactivos puede utilizarse para revelar operaciones de tráfico de cuernos de rinoceronte y cualquier otro tipo de contrabando que este lleve aparejado. El compromiso con la seguridad física nuclear da rédito de muchas maneras”.
Pueden consultarse vídeos y fotografías?aquí.