Desde que hace más de medio siglo se descubrieron reservas de gas y petróleo en los Emiratos árabes Unidos, este país ha experimentado una notable transformación económica. En apenas unas pocas décadas, ha pasado de ser una peque?a economía dedicada principalmente a la pesca y el comercio de perlas a convertirse en un centro turístico, comercial, financiero y de negocios a escala mundial. Con vistas a mantener ese progreso económico y reducir al mismo tiempo sus emisiones de carbono, los Emiratos árabes Unidos están diversificando su canasta energética, por ejemplo, con la introducción de energía nuclear.
La central nuclear de Barakah, la primera de los Emiratos árabes Unidos y del mundo árabe, se volvió operativa en 2020. Actualmente hay tres reactores en funcionamiento y la construcción de otro está por finalizarse. Cuando la central esté plenamente operativa dentro de unos a?os, está previsto que genere hasta el 25 % de la electricidad del país —con capacidad para abastecer a más de medio millón de hogares emiratíes—. Sin embargo, como cualquier otra central nuclear, deberá desensamblarse cuando concluya su vida útil, en unos 60 a 80 a?os. Hoy en día, todo país que inicia un programa nuclear debe trazar planes preliminares de clausura cuando dise?e una instalación nuclear, para que el emplazamiento se pueda destinar luego a otros usos.
“La clausura es un proceso multidisciplinar. La planificación de la clausura, en el marco de lo cual se han de determinar las necesidades financieras, debe comenzar en las primeras fases de desarrollo de la instalación nuclear y continuar durante la etapa operacional. Ahora bien, la planificación en detalle de la clausura suele comenzar unos pocos a?os antes de que la instalación se ponga en régimen de parada definitiva. Como parte de ese proceso se llevan a cabo actividades para garantizar el grado de preparación organizativa y técnica, a fin de permitir una transición fluida de la explotación a la clausura” —declara Tetiana Kilochytska, Especialista en Clausura del OIEA—. “Los Emiratos árabes Unidos, que están poniendo en marcha con éxito su primera central nuclear, ya tienen un plan inicial de clausura para cuando la central llegue al final de su vida útil”.