En los últimos 20 a?os, Bangladesh, con su delta fluvial de baja altitud y su extenso litoral, ha figurado entre los diez países más afectados por el cambio climático, según el índice de Riesgo Climático Global. Dos tercios del país están por debajo del nivel del mar y son muy propensos a inundaciones, ciclones, tormentas, sequías y deslizamientos cada vez más intensos. A medida que los efectos del calentamiento global se acentúan, ponen de manifiesto la vulnerabilidad de los cultivos a los fenómenos meteorológicos extremos y suponen una amenaza creciente para la seguridad alimentaria y nutricional de los bangladeshíes, casi el 40 % de los cuales trabajan en la agricultura, según la Organización Internacional del Trabajo.
La ciencia y la tecnología nucleares ofrecen los medios para mejorar la productividad de la agricultura y aumentar al mismo tiempo su resiliencia frente al cambio climático. Mediante una técnica nuclear conocida como fitomejoramiento por inducción de mutaciones, los especialistas bangladeshíes han desarrollado variedades mejoradas de cultivos, como el arroz, el garbanzo, el frijol mung, la lenteja y la soja.
“Se prevé que los riesgos naturales derivados del aumento de las precipitaciones, la subida del nivel del mar y los ciclones tropicales aumenten a medida que cambie el clima, lo que afectará gravemente a la agricultura, el agua y la seguridad alimentaria”, afirma Mohammad Abul Kalam Azad, del Instituto de Agricultura Nuclear de Bangladesh (BINA). “Mediante el fitomejoramiento por inducción de mutaciones podemos producir variedades de cultivos más resistentes a la sequía, la salinidad, las temperaturas altas y bajas, las enfermedades y plagas de las plantas, y ofrecer una producción mayor con tiempos de cultivo más breves”.