Científicos de Kenya están recurriendo a la ciencia nuclear para ayudar a los agricultores a modernizar sus prácticas de siembra en un contexto marcado por patrones climáticos cambiantes.
“A Kenya, como a muchos países africanos, le está costando mucho cultivar lo que necesita en vista del cambio climático. No hay una solución perfecta —explica Shaukat Abdulrazak, Director de la División para áfrica del Departamento de Cooperación Técnica del OIEA—. Pero las técnicas nucleares están ayudando a que científicos y agricultores kenianos dispongan de la información y las herramientas precisas que hacen falta para exprimir cada gota de agua y cada centímetro de esta hermosa tierra en favor del crecimiento”.
Esta labor comienza en el laboratorio, donde los científicos —muchos de los cuales han recibido capacitación o apoyo del OIEA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)— se esfuerzan por determinar cuáles son las mejores técnicas de plantación y riego que pueden adoptar los agricultores en condiciones de escasez de agua.
Los científicos se valen de técnicas nucleares e isotópicas para hacer un seguimiento del carbono, el agua y los nutrientes conforme estos se desplazan por el suelo y los cultivos, a fin de comprobar si distintos planteamientos de gestión del agua y el suelo son satisfactorios.
“La ciencia nuclear ayuda a los agricultores a adaptarse al cambio climático. El OIEA y la FAO colaboran con científicos de Kenya y de todo el mundo para aumentar el rendimiento de los cultivos, proteger las fuentes de agua y alimentar a más personas”, afirma Najat Mokhtar, Jefa del Departamento de Ciencias y Aplicaciones Nucleares del OIEA.